
Todo empieza con el huevo: La perspectiva de un nutricionista
¿Está el libro viral It Starts with the Egg a la altura de las expectativas? Si has iniciado un proceso de fertilidad, lo más probable es que alguien te haya dicho que leas Empieza por el óvulo. Este éxito de ventas promete estrategias respaldadas por la ciencia para mejorar la calidad de los óvulos mediante suplementos, dieta y cambios en el estilo de vida. Hemos preguntado a la dietista de Collab Fertility, Mimi Huang, sobre su opinión, para separar la realidad de la ficción y compartir lo que los pacientes realmente necesitan saber.
P: ¿Los pacientes mencionan el tema "It Starts with the Egg" en sus sesiones?
Mimi: ¡Sí, unos cuantos! Siempre me entusiasma cuando lo hacen, porque significa que están siendo proactivos y comprometidos. Me gusta comparar notas y comentar qué recomendaciones son realmente útiles. Aunque los pacientes no lo sigan todo, leer el libro demuestra que quieren estar informados y participar en su atención.
P: En general, ¿cree que el libro It Starts with the Egg ayuda a los pacientes o crea más confusión?
Mimi: Ambas cosas. Algunos pacientes se benefician de empezar a tomar ciertos suplementos, sugiere el libro. Pero otros acaban tomando una larga lista que puede que no les ayude y a veces puede que incluso sea innecesaria o contraproducente.
P: El libro hace hincapié en suplementos como la CoQ10, la DHEA y la melatonina. ¿Cuáles están respaldados por pruebas?
Mimi: Apoyo firmemente la CoQ10. Está bien estudiado para mejorar la calidad del óvulo y la calidad del esperma, especialmente para las mujeres mayores de 35 o para las personas que no comen suficientes alimentos ricos en antioxidantes.
La DHEA es más complicada: es una hormona, no un nutriente. Puede ayudar a las mujeres con reserva ovárica disminuida, pero sólo si sus niveles basales son bajos. Si ya tiene DHEA normal o alta, la suplementación puede ser contraproducente, aumentando la testosterona, afectando a los ciclos, el estado de ánimo, o incluso causando efectos secundarios como el crecimiento del vello facial. En definitiva, no se trata de una solución única.
La melatonina tiene evidencias contradictorias. No suelo recomendarla como primera medida, pero puede ser útil para los pacientes que duermen mal. Dado que el sueño es importante para la regulación hormonal, la melatonina puede favorecer indirectamente la fertilidad.
P: ¿Mejora la DHEA la fertilidad de las mujeres mayores de 40 años?
Mimi: No automáticamente. El hecho de tener más de 40 años no significa que deba tomar DHEA. Depende de tus resultados de laboratorio y de tu historial médico. Por eso es tan importante la orientación personalizada de un médico o dietista.
P: ¿Y los suplementos para la implantación del embrión?
Mimi: No hay pruebas sólidas de que los suplementos mejoren directamente la implantación. Algunas investigaciones sugieren que la vitamina E puede ayudar al desarrollo del revestimiento uterino, pero eso no significa necesariamente mayores tasas de implantación y las dosis altas pueden ser perjudiciales. Suelo recomendar a mis pacientes que consuman vitamina E a través de alimentos como el aguacate.
P: En el libro también se menciona la L-arginina. ¿Deben tomarla los pacientes?
Mimi: Yo no la recomiendo. Algunos estudios han relacionado la L-arginina con una peor calidad embrionaria y menores tasas de embarazo en pacientes de FIV. Los riesgos superan los beneficios potenciales.
P: ¿Cómo debe decidir una persona qué suplementos le convienen?
Mimi: No hay un plan único para todos. Me fijo en el historial médico, los análisis y la dieta de cada paciente. Por ejemplo, si alguien no come mucho pescado, un suplemento de omega-3 tiene sentido. Si no comen suficientes frutas y verduras, la CoQ10 puede ser útil. Un buen tratamiento prenatal es siempre una base segura. Más allá de eso, se trata de adaptar las recomendaciones a cada persona.
P: El libro hace hincapié en la reducción de plásticos y toxinas. ¿Hasta qué punto apoya esto la ciencia?
Mimi: Las investigaciones muestran vínculos claros entre determinados plásticos y la reducción de los resultados de fertilidad. Los plastificantes como el BPA y los ftalatos se han asociado a tasas de fecundación más bajas, peor desarrollo embrionario, mayores tasas de aborto espontáneo y tasas de embarazo más bajas. Por ejemplo, un estudio halló que las concentraciones urinarias más altas de BPA estaban relacionadas con resultados significativamente peores de la FIV (Mínguez-Alarcón et al., Human Reproduction, 2015).
Aunque no podemos eliminar la exposición por completo -los plásticos y las toxinas ambientales están por todas partes, incluso en nuestros sistemas alimentarios y en los órganos reproductores-, hay pequeños cambios sostenibles que pueden ayudar a reducir el riesgo. Algunas medidas sencillas son utilizar recipientes de vidrio en lugar de plástico, cambiar las sartenes por otras de acero inoxidable o hierro fundido en lugar de antiadherentes, y elegir productos y carnes ecológicos siempre que sea posible.
P: ¿Cómo aborda el libro la dieta y cuál es su perspectiva?
Mimi: Me gusta que fomente los cereales integrales en lugar de los refinados y que haga hincapié en el equilibrio del azúcar en sangre. También destaca la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado y grasas saludables, que se ha relacionado tanto con la salud del corazón como con la fertilidad.
P: Algunos pacientes se sienten ansiosos después de leer el libro. ¿Cómo puede ayudarles?
Mimi: Veo mucha confusión, más que culpabilidad. Cuando alguien está tomando una larga lista de suplementos, repaso cada uno de ellos con ellos: ¿por qué lo estás tomando? El desglose reduce la ansiedad y ayuda a los pacientes a sentirse más seguros. Añadiré que el conocimiento da poder, siempre que no te lo tomes todo al pie de la letra. It Starts with the Egg es una herramienta, no un libro de reglas. Utilízala como punto de partida y, a continuación, apóyate en tu equipo médico para averiguar qué es lo más adecuado para tu viaje personal.
Lo más importante
It Starts with the Egg ha suscitado importantes debates sobre cómo el estilo de vida, la nutrición y el entorno pueden influir en la fertilidad. Pero, como nos recuerda Mimi, no todas las recomendaciones son adecuadas para todas las personas. Merece la pena tener en cuenta algunos suplementos, otros requieren orientación médica y algunos es mejor no tomarlos. ¿Cuál es la verdadera conclusión? Utiliza el libro como punto de partida, no como libro de reglas, y apóyate en tu equipo médico para crear un plan seguro, sostenible y realmente personalizado para tu viaje hacia la fertilidad.
En Collab, este enfoque personalizado es la esencia de The Collab Way, nuestromodelo integrador que combina la atención médica con la nutrición, la orientación medioambiental y el apoyo emocional para cuidar de la persona en su totalidad.
¿Quieres saber más sobre la opinión experta de Mimi acerca de los suplementos y la fertilidad? Lee las preguntas y respuestas del Collab Journal, donde explica qué merece la pena mantener, qué se debe omitir y cómo personalizar tu plan.
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